Novísimo manual práctico de Cocina Española, Francesa y Americana

Año Gastronómico de 1866

martes, 26 de marzo de 2013

Torrijas de hace más de 150 años en España










Torrija Casera de 1866



Mi reto sigue en pié.  Poco a poco mi blog se irá llenando de recetas de 1866.  

Estamos en Semana Santa y en España es muy tradicional en esta época tomar las TORRIJAS.

Encontraréis multitud de recetas, pero raro que encontréis una de como se hacia hace 150 años.  

Recetas de torrijas en este libro hay varias por lo que os animo primero a curiosear en el enlace al blog de El Libro de las Familiasy luego a que os animéis a hacer la torrija casera que he hecho, que esta para chuparse los dedos.

¡Buena Semana Santa y hasta el lunes, que el blog también se va de vacaciones!


La torrija simple y moronda se hacia con agua, leche y vino blanco o generoso.  Al que se anime a hacerla, el agua no sería necesario, ya que la leche de esos tiempos era leche en estado puro;  ni homogeneizada ni pasterizada, pero con mucho más sabor que el de ahora. ¡Ya me gustaría a mi pillar un buen litro de esa leche como la de antes y ponerla a hervir, aprovechando su nata para ponérmela en una rebanada de pan con azúcar!  ¡Eso si que era una delicatesen!


Receta 1866: Torrija Casera


Ingredientes: 



Para 8 rebanadas partidas por la mitad
Pan francés: Pan baguete ancho  pero mejor pan casero estilo molde
300 ml de leche
Batido o rebozado:
3 yemas de huevo
1 cucharita de agua de azahar (a gusto)
1 cucharita de harina
1 cucharada de azúcar
Aceite girasol
Almibar:
Miel y agua – Una cucharada bien colmada de miel y tres de agua.

Tal como indica la receta del libro.  Se humedecen las rebanadas con la leche tibia preferiblemente, pero no se empapan porque sino el pan se deshace.



La palabra batido aparece mucho en este libro.  Es donde se remoja o rebozan los alimentos; en este caso las rebanadas, que una vez pasada por leche se echa en una sartén con bastante aceite bien 
caliente y se doran (mucho cuidadito porque se puede quemar fácilmente).


Ponerlas una vez hechas en papel de cocina o secante para quitar exceso de aceite.

El almíbar de miel y agua se echa por encima cubriéndolo a gusto.  Si no gusta la miel, se puede sustituir por azúcar, o azúcar y canela


El agua de azahar y el almíbar de miel  le dan un toque exquisito.  ¡No he probado torrija igual, ya que queda más esponjosa! Al hacer la foto después de haberla pegado un bocado, casi se la come el gato.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Advertencias del Libro de Las Familias



La parte Quinta de este libro es extremadamente curiosa: Higiene y arte de conservar la salud y prolongar la vida.  En este apartado clasifican una serie de alimentos con sus propiedades y  efectos sobre la salud en una curiosa aclaración: 

"No es lo que se come lo que alimenta, sino lo que se digiere".  Puede juzgarse por este proverbio cual útil es el conocer las propiedades de los alimentos"

Pero con este apartado nos extenderemos en una próxima entrada y sirva esto de ADVERTENCIA. 









martes, 19 de marzo de 2013

La Música de Isabel II

Echemos una mirada más de 150 años atrás; a la noche del 10 de octubre de 1849



La música fue una de las grandes pasiones de Isabel II. A las nueve de la noche del 10 de octubre de 1849, día de su decimonoveno cumpleaños, se levantó el telón del pequeño teatro que acababa de construirse en el recinto del Palacio de Oriente. Sonaron entonces los primeros compases de la obertura de una ópera, nunca antes escuchada en el país, de un joven músico español: La ópera era Ildegonda, y el autor, Emilio Arrieta (1823-1894)
Los trescientos invitados recibieron el libreto en una edición de lujo con el texto en italiano y español, y al final de la representación hubo dulces y helados. La fiesta terminó a la una de la madrugada.[1]

viernes, 15 de marzo de 2013

El Libro de Las Familias de 1866


El Libro de Las Familias de 1866 lleva conmigo muchos años y lo guardo como un tesoro.



No solo es un libro de recetas para aquellas mujeres del finales del siglo XIX, en cuyos tiempos los libros de recetas eran casi inexistentes, sino un compendio de instrucciones de Higiene y Economía doméstica, tratados especiales de pastelería, confitería y repostería y revista de consejos para hacer pronto fortuna y otras curiosidades.

Acércate a la imagen de  la segunda hoja de presentación del libro








Nos iremos adentrando en cada una de estos apartados para conocer como vivían las familias de clase más o menos acomodada de hace 150 años.  Unas mujeres que poco entendían de política pero que fueron madres, hijas, esposas: El alma de aquellas familias.  
En 1866 todavía estaban las mujeres de alrededor de los 50 que habían nacido en plena Guerra Independencia Española contra los franceses (1808-1816) y vivieron el catastrófico reinado de Fernando VII (1814-1833)

Más jóvenes las que verían reinar a Isabel II (1833-1868), fallecida dos años después de la edición de este libro, y los tumultuosos años posteriores de cambios de Gobiernos, con la primera República Española (1873-1874) y la restauración Borbónica (1875-1931).

 

En 1866 nacerían aquellas que coexistirían en los convulsivos primeros años del siglo XX con la Primera Guerra Mundial (1814-18), y algunas de ellas y algunos de sus hijos perecerían en la gran pandemia de gripe española de 1818.

 

Mujeres que parecieron  y sufrieron el envió de sus propios hijos a las guerra  de Cuba en 1998 y la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Aquellos hijos que vivirían y perecerían 70 años después de la edición de este libro en la guerra Civil Española.

 

Estas mujeres, estas familias  quizás no sabían de política, pero lucharon, parecieron, sobrevivieron y perecieron en años de agitados cambios, cruentas guerras y tiempos de revolución.

 

La lucha de estas mujeres estaba en su día a día, en su vida domestica, con sus hijos,  en su hogar y en un mundo hecho y contado por los hombres.  


Adentrémonos a través de este libro "escrito por un hombre" en el mundo de la mujer española de aquellos tiempos y descubramos   a la mujer, a su familia, cotidianidad  y quehaceres.