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Puerco, cerdo, marrano, cochino, gorrino, verraco, cebón, lechón, tocino ,…, que aparte de designar al susodicho y sabroso cuadrúpedo, calumnia a aborrecidos sujetos, con improperios como asquerosos, mugrientos, pringosos, repelentes, sucios, repulsivos, desaliñados, groseros, toscos, brutos, desonestos, …, con una lista interminable de calumnias y groserías.
Contemplando a fondo a este productivo animal, no entiendo tales calumnias a tan brillante ejemplar. Sociables, amistosos, curiosos e inteligentes, y muy limpios, al contrario de lo que se piensa. Evitan ensuciar las zonas donde viven, si disponen del espacio suficiente tienen cuidado de no manchar las zonas donde comen o duermen. Si se bañan en barro o lodo es simplemente para mantener su temperatura corporal baja, ya que son incapaces de sudar, y además esto les ayuda a eliminar los parásitos.
De este noble animal se aprovecha todo, y no hay parte de su anatomía que no haga nuestras delicias. Si nos topamos con un Ibérico, el españolito bellotero de pura cepa, ya no hablamos solo de delicias, sino de deleites gastronómicos inigualables.
El mes de febrero de hace 150 años era un mes falto de de productos de la huerta por lo que como bien dice: “No se cogen muchos más productos que los de la estufa de legumbres y del frutero, que es preciso visitar con esmero”, por lo que había que ser previsor y aplicarse el cuento de "La cigarra y la hormiga" .
Divertido es su parte de economía , ya que aunque en tiempo de romanos parece que este mes era tiempo de expiaciones, en la España de hace 150 años era un séquito de faltas mundanas, producidas por las locuras del carnaval.
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El mes de febrero es mes de carnavales, y aunque este año no serán en febrero sino en la primera semana de marzo, por empezar La Cuaresma más tarde, vengo preparada con un séquito de faltas mundanas, dispuesta a embelesarme con las fiestas, cansarme en las noches en el turbión de un baile y al ruido de una orquesta que entretiene, sin miedo a que tal comparsa me lleve al médico. ¡Qué triste sería la vida sin placeres mundanos!
Y para disfrutar de los Carnavales en Madrid, os invito a que entréis en su programa, ya que tenemos como protagonista al Greco, con un “Caballero de la mano de Orgaz” con antifaz y con ganas de marcha.
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